Por este motivo, este curso nos hemos propuesto darle una vuelta de tuerca y mejorarla todo lo posible para sacarle el mayor provecho que podamos, y no hemos visto mejor manera de hacerlo que junto a todo nuestro alumnado. Para ello, les hemos preguntado cómo les gustaría que fueran, cómo querrían organizarla, quién podría dirigirla... y así fuimos anotando todas las peticiones que tanto los alumnos/as como los maestros/as fueron diciendo.
Pero para que una asamblea funcione de manera correcta, creímos que era importante tomar acuerdos y compromisos que todos cumpliéramos para que así la convivencia entre todos fuera positiva.
Por este motivo, cada curso trabajó en el aula qué compromisos creían que eran importantes tomar para una mejor convivencia y qué proceso creía que era el más adecuado para elegirlos. Posteriormente, todos los delegados y subdelegados de curso fueron explicándolo al resto de los compañeros.
Entre todos llegamos a la conclusión de que tenemos que sonreír y ser feliz, compartiendo, ayudando, cuidándonos, respetándonos y cumpliendo los acuerdos y compromisos que entre todos habíamos decidido. Las normas serán en positivo; y algo muy importante...HABLARNOS CON CARIÑO.
